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CONOCE A GASTRONOMY RESEARCH LATAM

"La magia de la investigación."

Gastronomy Research LATAM, es un proyecto apasionante lleno de deseos de volver la investigación algo tuyo y cercano. Explora nuestro sitio y todo lo que tenemos para ofrecerte; tal vez nuestro blog despierte en vos el entusiasmo y  el sentimiento de comunidad para conocer y aportar a nuestra nueva realidad alimentaria.

Siéntate, relájate y sigue leyendo.

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El interés por mejores practicas, nos hace investigadores.

Durante años, hemos sentido un profundo  interés por la gastronomía, el saber el detrás del plato, es fascinate, sobre todo como pueden impactar de manera positiva el entorno como parte de esa naturaleza investigadora, albergar un instinto curioso que se convierte en profesion.

Finalmente decidímos asumir un rol, accionar y ser más conscientes al respecto.

Comenzamos Gastronomy Research LATAM,  con la misión de evidenciar practicas, figuras y experiencias de investigación de impacto, desarrollada por personas, proyectos científicos, antropológicos, técnicos y culturales de America Latina y aquellas figuras internacionales que le soportan, desde entonces he estado trabajando en ello.

 

Lo que comenzó como publicaciones semanales en las redes sociales se ha convertido en un sitio lleno de información sobre varios temas que son cercanos y queridos para nosotros.

 

Tómate un tiempo para explorar el blog y encontrar lo que te genera más interés. No dudes en contactarnos si quieres que colaboremos en un proyecto juntos.

 

¡Sigue leyendo y disfruta!

Fruta tropical
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Nicholas Gill, fotógrafo, escritor y comentarista gastronómico, ha dedicado su carrera a explorar y compartir la riqueza cultural y culinaria de América Latina entre otras regiones del mundo. Su enfoque único combina la narrativa visual y escrita para destacar los paisajes, los ingredientes y las historias humanas detrás de cada plato.


El trabajo de Nicholas, ha sido de interés y un punto de inflexión en el ámbito del periodismo gastronómico destaca por su notable profesionalismo y su firme compromiso con la objetividad. Su enfoque va más allá de simplemente describir sabores o técnicas culinarias, al centrarse en contar las historias humanas, culturales y ambientales, aquellas que dan otro punto de vista y mirada hacia la reflexión. Este estilo de narración, que combina precisión investigativa con una profunda sensibilidad cultural, que posiciona al escritor como un referente en la documentación gastronómica.


Su carrera inició como fotógrafo y escritor en un entorno académico, escribiendo columnas para un periódico universitario. Sin embargo, su enfoque hacia la cocina surgió a través de notas y columnas a restaurantes amigos.


Este interés lo llevó a narrar historias más profundas sobre la cocina y los ingredientes de América Latina, publicando en medios especializados como The New York Times, Phaidon, Fool, The Wall Street Journal, Afar, Cook Inc., entre otros, viajando para explorar distintas tradiciones. 


"Todo comenzó con una columna en el periódico universitario, un lugar donde exploré mi interés por la narrativa, sin imaginar que me llevaría a la gastronomía." Nicholas Gill


Nicholas, destaca la importancia de contar historias auténticas y significativas, abordando aspectos históricos y culturales que van más allá de las tendencias gastronómicas. Este enfoque lo llevó a crear plataformas digitales como blogs, newsletters y podcasts, con el propósito de ampliar la discusión sobre la gastronomía latinoamericana desde una perspectiva independiente. Como lo es su interesante blog New Worlder, que ha contribuido a ampliar la perspectiva y posición de la cocina latinoamericana entre otras del mundo.



Nicolás ha trabajado con chefs destacados como Virgilio Martínez, fundador de Central como co- autor del libro The Latin American Cookbook entre otras colaboraciones de libros de interés cultural y culinario. Colaborar en proyectos con figuras de esta envergadura le ha permitido mostrar la diversidad y profundidad de la cocina latinoamericana en un escenario global. Estos proyectos no solo celebran la creatividad culinaria, sino que también abordan cuestionamiento en términos de sostenibilidad, cultura y la justicia en las cadenas alimentarias. 


"Trabajar con personas que transforman su entorno a través de la cocina no solo es un honor, sino una oportunidad para mostrarle al mundo el poder de la gastronomía como herramienta cultural."




Uno de los mayores desafíos que Nicholas ha enfrentado al documentar cocinas locales ha sido comprender las complejidades culturales y sociales de las comunidades que visita. Esto incluye superar barreras lingüísticas, adaptar su enfoque para respetar las tradiciones locales y navegar las tensiones entre modernidad y tradición. A través de su trabajo, ha aprendido que la paciencia, la empatía y una investigación exhaustiva son fundamentales para capturar la esencia de las culturas gastronómicas. 


"Escuchar, observar y adaptarse son las claves para conectar con las comunidades locales y comprender sus historias."


Al ser consultado sobre su énfasis en la cocina de América Latina, destacó que la región posee una riqueza cultural y gastronómica que merece ser reconocida a nivel mundial. Recalca que los paisajes y climas diversos de América Latina influyen directamente en la variedad de ingredientes y tradiciones culinarias, lo que constituye un punto de partida para comprender la identidad de cada país. 



Nicholas también señaló qué, aunque la percepción global de la cocina latinoamericana ha mejorado significativamente en las últimas dos décadas, aún hay regiones y tradiciones poco exploradas que merecen atención. Para él, el desafío radica en mostrar estos aspectos desde una perspectiva auténtica y sostenible, conectando a los consumidores con los orígenes de los alimentos. 


Enfatiza la importancia de preservar las tradiciones culinarias en un mundo cada vez más influenciado por la industrialización y la tecnología. Reflexiona sobre la necesidad de equilibrio: 


“América Latina tiene un potencial único para liderar el camino hacia sistemas alimentarios más conscientes, pero debemos aprender del pasado para construir un futuro más sostenible."


Asimismo, ha abordado el desafío de equilibrar la ancestralidad con el avance de la ciencia de alimentos, proponiendo que la región aproveche su rica biodiversidad para innovar de manera ética. 


"El Amazonas es una fuente inagotable de inspiración. Sus paisajes, sabores y comunidades me han enseñado a valorar la conexión entre biodiversidad y cocina."


A través de sus iniciativas, Nicholas ha utilizado la fotografía y la escritura para documentar tradiciones ancestrales, mostrando cómo los sistemas alimentarios sostenibles pueden ser una respuesta a los desafíos de la industrialización. 



Cada plato tiene una historia, y nuestra responsabilidad como narradores es respetar esa historia, dándole la profundidad que merece."


Para aquellos que aspiran a ser fotógrafos y narradores de la gastronomía, El escritor enfatizó la importancia de contar historias auténticas que conecten profundamente con las comunidades y sus tradiciones. Aconseja dedicar tiempo a conocer a las personas detrás de los alimentos, explorar más allá de las tendencias y desarrollar un estilo personal que refleje el respeto y la admiración por las culturas que documentan. 


"La autenticidad es la clave. Conecta con las personas, aprende de ellos y narra sus historias con respeto y empatía. Esto requiere tiempo y esfuerzo, pero es la única manera de capturar la esencia de lo que realmente importa."


Además, sugiere que los narradores exploren más allá de las tendencias y busquen las historias invisibles: 


"No se trata solo de los chefs famosos, sino de los agricultores, las comunidades y los ingredientes que hacen posible cada plato."


Entre sus próximos proyectos, planea profundizar en la cultura amazónica y continuar con sus investigaciones sobre estos sistemas alimentarios. También busca expandir el alcance de sus publicaciones para llegar a una audiencia global. 


"La gastronomía no es solo sobre comida. Es sobre identidad, historia y el poder de conectar culturas a través de algo tan básico y tan universal como alimentarse."


Con esta visión, Nicholas no solo regala consciencia y creatividad a otros escritores y periodistas, sino también da perspectiva a quienes ven la gastronomía como un puente entre el pasado, el presente y el futuro. 



“Cada plato tiene una historia, y nuestra responsabilidad es respetarla. La biodiversidad de América Latina es su mayor fortaleza, y también su mayor responsabilidad. La gastronomía puede transformar comunidades, pero primero debes escucharlas."


La trayectoria del periodista, demuestra que la narrativa, la fotografía y la gastronomía continúan siendo y se posicionan como herramientas poderosas, que en las manos correctas influyen en la comunicación global de las realidades, de reflexión, de inflexión. Su trabajo no solo ha elevado la percepción global de la región, sino que también ha inspirado a una nueva generación de narradores a explorar la cocina con la seriedad, empatía y curiosidad que la misma merece.





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Actualizado: 7 dic


La coctelería ha sido históricamente un espacio de creatividad y entretenimiento, pero en los últimos años, el enfoque ha evolucionado hacia prácticas más conscientes y sustentables.


Desde el pasado septiembre del 2024 en Panamá en un encuentro entre cocineros e investigadores Iberoamericanos, teníamos una conversación pendiente con Manuel Montepeque, co creador y director creativo de CHICHIMECO, la barra hermana del restaurante DIACA de la chef Débora Fadul.



Lo cierto es que entre conversaciones nocturnas y largas caminatas hicieron que el camino fuera más fluido, y en estas conversaciones de alto interés y ganas de aprender, Manuel me dio esto a pensar:


 "Los latinoamericanos poseemos una característica intrínseca y profundamente arraigada; la capacidad de expresar nuestra herencia y diversidad cultural de manera constante, empecinada y orgullosa. Entre las muchas áreas que reflejan esta identidad, la coctelería emerge como una manifestación tangible de la riqueza histórica y creativa de la región."


La profesión ha sabido alimentarse de las tradiciones de los pueblos, los insumos locales y técnicas introducidas durante el período colonial, generando una síntesis única. Con raíces en prácticas prehispánicas y la incorporación de influencias europeas y africanas, la coctelería se distingue por el uso de ingredientes como frutas tropicales, hierbas nativas y destilados representativos latinoamericanos entre la oferta internacional, incluidos el tequila, mezcal, pisco, el aguardiente, el ron y cachaça; incluso bebidas ancestrales como el pulque, el balché, las chichas de toda la región, el masato, el viche, cuin, y una larga lista que falta por concluir. En la actualidad, la coctelería se posiciona como una expresión en constante evolución, capaz de equilibrar elementos tradicionales con enfoques innovadores, consolidándose como un pilar de identidad y reconocimiento en el ámbito global.


"Nuestra forma de ser y nuestra forma de coctelear, pues de por sí es distinta, porque todos somos cocineros". Manuel Montepeque



En Chichimeco, la coctelería se ha expandido para abrazar conceptos y técnicas culinarias. Manuel explica que el bar es una expresión de cocina de DIACA, en la que cada cóctel es elaborado con el mismo rigor y creatividad. Este enfoque incluye la creación de cócteles a partir de ingredientes autóctonos, fermentados caseros, infusiones, tinturas y macerados, todos diseñados para capturar la esencia de Guatemala y la región mesoamericana. Por ejemplo, el equipo se enfoca en desarrollar cócteles con botánicos y frutos locales y productos elevando los sabores de ingredientes como el platano y el cacao entre otros. Además, incorpora técnicas de como la fermentación y la carbonatación de ingredientes, creando bebidas que evocan un sentido de lugar y tradición.


En América Latina, el término “gastronomía líquida” o cocina líquida ha cobrado un significado especial dentro del creciente mundo de la coctelería y la gastronomía. Surge de la evolución que ha vivido la región al combinar técnicas culinarias tradicionales con la innovación en la preparación de bebidas, celebrando al mismo tiempo la vasta biodiversidad y la riqueza cultural del continente. Este concepto, refleja el espíritu de revalorización de ingredientes autóctonos y sabores locales acorde las  tendencias en investigación de productos comestibles de la región; la creciente en la gama de sabores parece volverse interminable, haciendo un trabajo  que desde la industria del entretenimiento que amplía la gama de percepción y reconocimiento de nuevos sabores, a través de la expresión lúdica, que al mismo tiempo educa las emociones, el conocimiento y el paladar a nuevas prácticas que nos exige el cambio climático.


Manuel enfatiza que, en Chichimeco, el desperdicio no es una opción. A través de prácticas de food upcycling y aprovechamiento total de los ingredientes, el bar implementa una filosofía de cero desperdicios que se traduce en una coctelería más ecológica. "Desperdiciar no es una opción", dice Manuel, subrayando el compromiso que tiene el equipo con esta práctica. Cada elemento del cóctel es aprovechado de manera eficiente:


"Hasta la piel de los limones la usamos para hacer una tintura que tiene el mismo efecto de lo que tendría solo exprimir un limón en un cóctel. Simplemente es un poquito más limpio, orgánico y nos ahorramos un montón de tiempo y de insumos".


Otro ejemplo es la creación de un cóctel a partir de pieles de banano infundidas en whisky, que le otorga al cóctel un sabor único mientras evita el desperdicio de la fruta. Estos enfoques reflejan la dedicación del equipo por maximizar cada ingrediente, transformando lo que podría considerarse "residuo" en un elemento protagonista de la cocteleria. Manuel menciona que cada integrante del equipo debe pasar por una formación en cocina, lo cual permite que todos comprendan el valor de cada ingrediente y el trabajo que implica su manipulación. Esta experiencia forma una base sólida de conocimientos que se refleja en cada bebida, dándole al cliente una experiencia que va loo más allá de la bebida y toca aspectos culturales y gastronómicos de Guatemala.



"Todos nuestros integrantes tienen que pasar por la cocina para entender genuinamente el cuidado que se le tiene que tener a un ingrediente, porque ya no estamos en una época para tener mermas del 30 %".


Comunidad y Educación del Consumidor


Manuel menciona la importancia de crear un ambiente donde el cliente pueda "estar tranquilo, ser uno mismo y disfrutar" mientras experimenta con sabores locales. Este enfoque hace que Chichimeco sea más que un bar: se convierte en un espacio educativo donde los clientes aprenden sobre la importancia de consumir de forma responsable y consciente, sin necesidad de sobremencionarlo, solamente se vive, pasa de manera natural en el espacio.


Además, el bar fomenta una cultura de comunidad entre los jóvenes bartender y chefs, creando un ecosistema donde el conocimiento y la creatividad se comparten y nutren mutuamente. Esta cultura de apoyo y aprendizaje es un reflejo de los valores de Manuel, quien cree en el poder de la colaboración para impulsar el crecimiento de la gastronomía guatemalteca y fortalecer la identidad culinaria de la región.


Visión para el Futuro: Hacia una Coctelería Consciente y Responsable


Finalmente, Manuel resalta que la sostenibilidad no debe ser vista como una tendencia, sino como una responsabilidad inherente en la coctelería moderna. Él cree firmemente que la coctelería debe evolucionar hacia prácticas que respeten el medio ambiente y valoren la cultura local. "El sol sale para todos," señala, resaltando su deseo de generar una comunidad de jóvenes cocineros y bartenders que compartan estos valores y colaboren para transformar la industria.


Al final, la propuesta de Chichimeco es un recordatorio de que la coctelería puede y debe ser un motor de cambio, un espacio donde el arte y la ciencia se combinan para crear experiencias que educan y transforman. La coctelería de Chichimeco es un ejemplo inspirador para futuros proyectos que buscan no solo ofrecer bebidas de calidad, sino también contribuir positivamente en distintos ambitos de los nuevos desarrollos económicos y comerciales en la gastronomía que son un eje que envuelve muchas aristas del negocio que son compatibles con las necesidades y desafios de las nuevas formas de consumo.



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La exploración de narrativas en los medios digitales ha sido crucial para visibilizar las prácticas culinarias de América Latina y posicionar a la región en el panorama global. Este enfoque ha permitido descubrir perfiles únicos, historias fascinantes y un deseo renovado de construir un futuro más sólido para la gastronomía. En el análisis de la investigación gastronómica, se evidencia la necesidad de entrelazar historia, economía y un profundo vínculo con los orígenes. Los cocineros latinoamericanos han sido esenciales para actualizar el contexto de la cultura gastronómica, resaltando la biodiversidad comestible de la región, las tradiciones de nuestros pueblos y, sobre todo, el desafío de llevar estos encadenamientos económicos y sostenibles a desarrollos realistas.


Tuve la oportunidad de conocer el trabajo del chef Óscar González a través de su presencia en la web, y nuestra conversación se destacó por su honestidad al compartir su trayectoria. Su relato, lleno de éxitos y lecciones aprendidas del fracaso, la cual me llevó a reflexionar profundamente sobre el verdadero significado de la investigación.



A menudo, la investigación se percibe como un esfuerzo creativo y sistemático para ampliar el conocimiento, fundamentado en la razón, la evidencia y el análisis. Sin embargo, las narrativas personales, como las del chef González, despiertan la curiosidad y permiten una comprensión más profunda de la región, la palabra en su estado más puro, y la transmisión oral del conocimiento empírico que los indígenas y campesinos reinterpretan en la mesa.

"Yo no soy un investigador", dice Óscar René González Buitrago. "Creo que contribuyo a la investigación siendo un curioso, formando parte de un proyecto que realza la diversidad y belleza comestible de nuestro país. Es un deseo y un proceso que estamos llevando a cabo."


Óscar René González Buitrago, originario de Santander e hijo de campesinos que migraron a Bucaramanga en busca de mejores oportunidades, ha dedicado su carrera a preservar la herencia de las comunidades rurales de Colombia. A través de sus restaurantes y proyectos, ha destacado el valor de los productos locales y el trabajo de los campesinos, manteniendo viva la tradición y sabiduría empírica. Su camino ha estado marcado por un enfoque en la justicia social, alimentado por los recuerdos de su infancia:


"Mi camino por la cocina comenzó con mi mamá, que nos dejó hace poco tiempo. Ella nos enseñó a cocinar para que nunca pasáramos hambre. Estudié ingeniería financiera para complacer a mis padres, pero fue la cocina lo que realmente me apasionó. Mi abuela, una mujer campesina que vivió en la pobreza, me mostró lo que era cosechar un cultivo, llevarlo a la carretera, alzar la mano para ver si se compraba a un buen precio y enfrentar las injusticias en el comercio. Esa experiencia me marcó, haciéndome consciente de la necesidad de trabajar directamente con las comunidades, algo que llevo conmigo en mi profesión como chef."


Las Papas de Colores

El proceso de búsqueda y reintroducción de la papa nativa en el mercado colombiano comenzó con la curiosidad de Óscar y el deseo de emprender. Todo se inició cuando su padre le mencionó la existencia de "papas de colores en Colombia". Óscar, motivado por esta idea, emprendió un viaje con su Twingo, recorriendo comunidades en el país para encontrar y recopilar estas variedades. Su primer hallazgo significativo fue la papa morita, también conocida como "borrega mora" por su similitud con otra variedad. A partir de ahí, Óscar comenzó a colaborar con campesinos para sembrarlas y preservarlas, descubriendo nombres e historias únicos detrás de cada variedad, como "Pacha Negra" y "Sangre de Toro". Notó que la comunidad científica a menudo asignaba nombres genéricos a estas papas, como "Carolina" o "Violeta", despojándolas de su contexto cultural y valor histórico. En contraste, las papas nativas llevan nombres que reflejan su origen y características específicas, como "morasurco", que en Nariño significa "corazón negro".



Al día de hoy el chef ha trabajado con 157 variedades de papá nativa que dependará de lo que el campesino coseche, a veces llegan 20 variedades, a veces llega una sola; es importante compreder que no todas las papas nativas son de colores, y que la selección de la misma afecta el mercado.


Óscar ha trabajado con comunidades para recuperar variedades mediante la siembra y rotación de semillas, lo que le ganó el reconocimiento en su país como "El man de las papas". Al profundizar en su trabajo con la papa nativa, Óscar comprendió que para hacer bien su labor en la cocina debía conectar directamente con el campo y las comunidades productoras. En Nariño, donde ha trabajado intensamente, descubrió la importancia de conocer a fondo a las personas y comunidades que cultivan los ingredientes, lo que ha sido crucial para transmitir en la mesa una bitácora de experiencias de primera mano, el saber campesino.


“Al productor le debo mi profesión”

Óscar ha llevado su trabajo a diversas organizaciones y proyectos gubernamentales, colaborando con entidades como USAID, la FAO y varias fundaciones para mejorar las condiciones económicas de las comunidades rurales y promover la gastronomía colombiana en el exterior. Ha participado en eventos destacados como la celebración de los 200 años de relaciones diplomáticas entre Colombia y EE.UU, cocinando en la embajada colombiana en Washington y en el Kennedy Center. Estas experiencias le han permitido abrir puertas y fortalecer su compromiso con el desarrollo de comunidades y la preservación de la biodiversidad agrícola en Colombia.


Su camino hacia una fuerte conexión con las comunidades comenzó en Nariño, con la familia Chinguád. Don Alfonso Chinguád, un indígena de Cumbal, Nariño, se contactó con Óscar para ofrecerle papas nativas. A pesar de la distancia y las complicaciones logísticas, Óscar decidió iniciar una relación comercial con la familia, lo que lo llevó a conocer más profundamente la comunidad. Esta relación se fortaleció con el tiempo y a través de encuentros personales, como el intercambio de semillas. Esta conexión inicial no solo le permitió acceder a productos únicos, sino que también estableció una relación de confianza y colaboración a largo plazo.


El proyecto no solo se centró en la compra de papas, sino que también impulsó el desarrollo de nuevas iniciativas. Desde su última visita a Nariño, el chef y su equipo han sido testigos del progreso logrado: "Irma quien es mi contacto directo con la comunidad, ahora cuenta con una camioneta, y el tiempo de transporte de la papa se ha reducido considerablemente. Además, hemos expandido la colaboración para incluir otros productos agrícolas de otras regiones de Colombia y por supuesto los mercados locales." Comenta el Chef.



"Nuestra meta es crear un impacto positivo en la comunidad, no solo a través de la compra, sino también fomentando la autovaloración y la comercialización de sus productos. Este enfoque integral busca no solo apoyar económicamente, sino también fortalecer la estructura social y económica de las comunidades agrícolas."


Óscar narró en la entrevista cómo Irma su mano derecha en el campo le comentó un nuevo hallazgo:"Hoy enviamos 6 bultos, es de la nueva variedad de la semilla del Chímbalo". En su comunidad, chímbalo es el nombre que le dan al fruto de la papa, una baya que generalmente es desechada. La Asociación Shaquiñan decidió hacer un ensayo con este fruto, llamándolo "El Ensayo de Cumbal", para reproducir semilla de papa de manera sexual o por chímbalo en un sistema de producción agroecológico. Este proyecto ha permitido conservar semilla durante dos años y no depender de la germinación de la papa para la siembra. La "Papa del Chímbalo", como la denominan, es un logro importante para la conservación de más variedades de papa.


Esta forma de narración que utiliza Óscar González se adscribe al concepto de Gastronomic Storytelling, una técnica que permite a individuos o grupos contar historias sobre herencia cultural, tradiciones, costumbres y aspectos sociales o geográficos relacionados con los alimentos.


Esta narrativa genera experiencias positivas al activar los sentidos y conectar a los comensales con las raíces culturales de los platos que degustan.

En mi investigación sobre este concepto, descubrí que el perfil de Óscar González encarna esta habilidad de manera excepcional.


El Enfoque Empresarial y la Colaboración Gubernamental


Óscar René González Buitrago ha logrado un notable crecimiento en su carrera mediante una combinación estratégica de colaboración con instituciones gubernamentales y un enfoque empresarial sólido. Su trabajo junto con su socia Claudia Osma en Anomalía Restaurante e Innato Cocina, se centra en resaltar la riqueza cultural de las distintas regiones de Colombia y contar las historias de comunidades indígenas y campesinas, integrando ingredientes autóctonos y promoviendo prácticas sostenibles. A través del Grupo COG, que incluye ambos restaurantes, Óscar busca visibilizar y dar valor a los productos y comunidades colombianas, mostrando su esencia más auténtica y honesta, y fomentando un impacto positivo en la economía local.


60 Nativas: El Punto de Inflexión

Su reconocimiento en el gremio comenzó con 60 Nativas, un restaurante centrado en la comida callejera y productos nativos, específicamente con la “papa nativa” trabajada directamente con productores de distintas comunidades , especialmente campesinos e indígenas. Aunque 60 Nativas dejó de ser parte de su desarrollo profesional por razones diversas durante la pandemia, González lo consideró un punto de inflexión que llevó a la creación de Innato Cocina.


Innato Cocina: Una Remembranza de la Cocina Callejera Colombiana


Innato Cocina comenzó desde cero, como un homenaje a la cocina callejera colombiana. Su enfoque consistió en tomar productos tradicionales como chorizos, chunchullo (intestino de res), y morcillas, y transformarlos utilizando técnicas modernas. González describe su proceso como "vestir bien" la cocina, aplicando técnicas como cocciones lentas para maximizar el sabor, buscando que cada plato evoque recuerdos auténticos de los paseos y la comida callejera colombiana. Así, Innato Cocina combina la esencia de la cocina tradicional con una presentación moderna, ofreciendo una experiencia culinaria que rinde homenaje a las raíces gastronómicas del país.


Anomalía: Una Celebración de la Diversidad Regional


Anomalía se distingue por su enfoque en la creación de un menú por temporadas, diseñado para resaltar las diversas regiones de Colombia. Esta metodología permite a González proyectar el valor del campo y de las comunidades indígenas y campesinas de donde provienen los ingredientes, replicando el modelo de éxito que ya había implementado en Innato Cocina. En su primera temporada, Anomalía rinde homenaje a los inicios de González, destacando regiones como Santander, Sucre, Córdoba y Nariño, cada una seleccionada por su importancia cultural y gastronómica. Se esperaba cambiar el menú cada cuatro meses, sin embargo, hoy por hoy el cocinero reconoce que no es tiempo suficiente para dar a conocer una región y dar el espacio necesario para investigar otras, por tanto, para dicha de los comensales el menú se mantendrá más tiempo en la carta.


Impacto Económico y Sostenibilidad

La operación conjunta de estos dos restaurantes ha resultado en un impacto tangible en la economía local. González menciona que, entre ambos, compran más de 80 bultos de papa al mes, junto con otros ingredientes provenientes del Caribe y de Nariño, como los mellocos, suyucos, frijoles, maíces y grosellas. Este enfoque no solo resalta la diversidad de la gastronomía colombiana, sino que también promueve la sostenibilidad y el desarrollo económico de las comunidades involucradas, alineándose con una visión de gastronomía consciente y responsable, cuando se compromete el crecimiento económico de una comunidad.


El trabajo del chef se ha caracterizado bajo ese compromiso, el de continuar la compra desde este ingrediente tan presente en su cocina, menciona que no se le puede pedir a una región que produzca para luego disminuir la compra solamente porque una “moda” pasa y eso es ser consecuente con la economía de una zona.


Un Enfoque de Investigación Culinaria Empírico y Natural


En el ámbito de la investigación culinaria, el enfoque de González se caracteriza por una metodología empírica y natural, alejándose de los métodos convencionales utilizados por los investigadores formales. A pesar de su percepción de no cumplir con el perfil tradicional de investigador, su contribución al campo es significativa. González aborda la investigación con una profunda inmersión en el territorio, interactuando directamente con comunidades indígenas y campesinas, lo que le permite descubrir y documentar aspectos únicos de la gastronomía local.


Proyección Futura: Innovación y Sostenibilidad


La proyección más significativa para González es disfrutar y optimizar su presente, centrando sus esfuerzos en hacer de sus restaurantes, Innato y Anomalía, negocios rentables y sostenibles. A pesar de los desafíos de la situación país, el éxito de Anomalía en sus primeros meses de operación ha superado las expectativas, con una aceptación notable por parte del público. Su proyección incluye la continuación de su trabajo de campo, que considera investigación, para descubrir y promover ingredientes autóctonos que aún están subvalorados.


Óscar René González Buitrago ha sido un puente entre la tradición campesina y la puesta en escena de la cocina. Su trabajo continúa empoderando a las comunidades rurales y preservando las tradiciones agrícolas de Colombia, asegurando que los sabores auténticos del país sigan siendo parte de su legado culinario.


El ser humano es moldeado por sus transiciones, decisiones y deseos a lo largo del tiempo. En mi experiencia, Óscar René González Buitrago ha sido una figura destacada en este ámbito.


¡Hasta una próxima investigación!

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SOBRE MÍ

La vida se compone de sueños que se mueven a objetivos...

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Comencé Gastronomy Research con el objetivo de ofrecer a los lectores una visión de mis pensamientos, experiencias y el conocimiento detrás de los curiosos de la industria . Lo que comenzó como publicaciones semanales se ha convertido en un sitio dinámico repleto de información sobre varios temas que son cercanos e importantes para tener otras perspectivas de la gastronomía.

Tómate tu tiempo para explorar el blog y ver por tu cuenta qué es lo que te hace sentir curiosidad y ganas.

 

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